jueves, 19 de diciembre de 2013

Vivir sin parar es un sinvivir


Quien acuñó la frase "Vive cada minuto como si fuera el último de tu vida" era un gilipollas. Si vives cada minuto de tu vida como si fuera el último la palmas en pocos minutos. Vivir sin pausa es de cretinos y no sirve para nada. Yo soy un cretino. No siempre, porque estoy un poco vivo, pero sí a menudo. Los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, los años pasan a una velocidad de vértigo cuando vives cada minuto como si fuera el último. Como dijo Lennon: "La vida es aquello que te ocurre mientras haces otras cosas" (o algo así, que no tengo tiempo para buscarlo en Google). La vida debería componerse de ávidos momentos de curiosidad, tiempos pausados de reflexión y otros tantos de letargo. Yo, ahora mismo, sólo siento intranquilidad y también, paradójicamente, un profundo hartazgo. Y va y me pongo el WhatsApp. Lo dicho, soy un cretino.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Tres frases de memoria obligada entre mis amistades


"El mundo es como... una pera". C. O. E. de sobremesa, tras una extensa conversación acerca de la existencia o no existencia de Dios y la preponderancia del azar en el universo y nuestras vidas en contraposición a la idea del orden dentro del caos planteada por el matemático Fibonacci en el siglo XIII.

"Señora, yo me ahorco". E. M. C. tras un involuntario episodio erótico-etílico con una mendiga vieja.

"La madre de David es el padre de Javier". Poema escrito con el dedo por F. G. B. en el barrillo de la luna trasera del Ford de la madre de David. El poeta, siempre preciso en la expresión, añadió más tarde en palimpsesto: "La madre (negra) de David es el padre de Javier". A la madre de David no le hizo ni puta gracia la hermosa sentencia cuando, por la mañana, condujo su coche de camino al trabajo.